Después de tanto tiempo, no sé lo que es el tiempo, ni conozco ni sé la dirección de su movimiento.
Lo esperamos, calculamos, estudiamos, criticamos, lo conjugamos al futuro, al presente, al pasado, colgado de nuestros lábios, en nuestro pensamiento, y hablamos tanto sin saber de quién hablamos.
Si lo estamos perdiendo, o si él quién nos está perdiendo, si lo consumimos, o si él nos está consumiendo, si el tiempo pasa, o si somos nosotros los que pasamos.
Si no se detiene, nosotros deberíamos detenernos, y quizás preguntarnos, ¿Qué es y de qué va el tiempo? o preguntar a nuestro tiempo. ¿Quién es tiempo?
Es posible que ni él, conozca a ese desconocido. Y nos respondería. ¿Por qué debería conocerlo?
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