Dicen que cuando alguien se va, deja un vacío, y yo digo que es mentira, porque cuando tú te has marchado, ese vacío nunca estuvo tan lleno, lleno de tantos bellos recuerdos, de maravillosos momentos vivos, anécdotas terminadas y otras sin final.
Y sobre todo ese amor tan grande y tan fuerte, creo que nunca te amé lo bastante, tuve que perderte para saber lo que una madre vale. Porque aprendí en esta vida, que el amor de un hijo es poco comparado al amor de una madre.
Ahora miro hacia ese pasado tan presente que no me cuesta imaginar mi futuro, y me digo que sigues conmigo, como siempre lo has estado, tomo tiempo de analizar todo lo que veo, y las grandes cosas que has dejado a tu paso, no puedo aceptar que lo nuestro haya acabado, ni lo quiero ni lo puedo.
Siempre te llevo dentro de mí, mi corazón está bien lleno. Quizás sólo me falte tu oído, para decirte querida madre, cuánto te quiero. Siempre serás mi gran amor sin rodeos ni secretos. Testigo la luz del día y de noche la luna en medio del cielo.
Ya me hice mi mundo porque en el vuestro me pierdo y me confundo, no acepto más promesas vacías en un mundo de comercio de porquerías, voy a lo que estoy consciente y a lo que mis ojos ven, y veo a mi creador como un dios traicionero, que cuando menos lo espero, me arranca de los brazos lo que más quiero.
Y si quiere que lo perdone, que me devuelva à mi madre, que a bien decir es lo único que tengo, que yo con sus pertenencias no me meto, a menos que para él sólo seamos puros objetos, y si para el sólo soy un objeto, que lo más pronto posible me quite del medio.
Pero por favor te lo pido, no me quites lo más quiero. Y en el nombre de todos me atrevo a decir, devuélvenos nuestros muertos.
Ni religión, ni política ni filosofía llena de cuentos. Sólo confío en mí, porque yo no me miento, conmigo trato de ser honrado y honesto, y hasta este día es mi mejor procedimiento, y me tengo por mi mejor amigo y compañero.
Mi dios y mis demonios los llevo dentro, y mi patria es mi cuerpo, mi política es mi filosofía, y mi familia son mis miembros. Ya hace tiempo que en este mundo me siento como un puto y despreciado extranjero.
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