Soy la hoja muerta
que el viento se lleva,
que sin conocer su destino
se la lleva consigo,
Soy el mendrugo de pan
que yace bajo la mesa,
que al perro sólo espera
y para siempre desaparezca.
Soy un desdichado poeta
a quien nadie interesa su letra,
vomita sus versos del alma
de sus entrañas ya muerta.
Soy una vulgar florecilla
en medio de la densa yerba,
la que todo el mundo pisotea
y vez tras vez se endereza.
Soy el risitas de todos
y mismo así no me enfado,
y mientras ellos se divierten
mi corazón llora despacio.
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