Te lloraré en silencio
si es que te vas primero,
iré a verte al cementerio
porque no pudimos vernos.
Allí derramaré mis lágrimas
y te diré cuanto te quiero,
por las veces que el corazón
no tuvo deseo ni tiempo.
Llevamos la misma sangre
y eso no hay quién lo cambie,
porque eso nunca lo olvidaré
que fuiste el hijo de mi madre.
No quiero llevarte en mi mente
porque la mente es traicionera,
te pondré dentro de mi corazón
con la sangre de nuestra madre.
Misma sangre, misma madre
mismos hijos a los ojos de un ángel.
de un corazón dos corazones
para dos hijos del desastre.
Si mamá levantara la cabeza…
Brindo por ti, gancho romana.
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